Cuida tu cerebro, es quien dirige tu vida.

por Javier Dols Juste | Salud

Cuando oyes el término «enfermedad cardiovascular», igual lo asocias solo al corazón. Por ello, estoy seguro de que intentas cuidar tu corazón. Pero ahora te pregunto: ¿te has planteado cuidar también tu cerebro?

Los infartos de corazón y los ictus tienen en común que, al afectar a órganos vitales, son emergencias médicas que deben ser atendidas cuanto antes. Para salvar la vida, pero también para que la lesión irreversible que ocasionen sea lo menor posible.

Quiero, por tanto, poner el foco en que, además de preocuparnos de nuestro corazón, es muy importante que nos preocupemos de nuestro cerebro. Para ello, debemos cuidar aspectos tan importantes y variados como:

-La nutrición.
-El ejercicio.
-El sueño.

-La gestión del estrés.

-Evitar las sustancias tóxicas.

-Cultivar las emociones positivas.

-Aumentar la reserva cognitiva.

-Mejorar la vida social.

Haré hincapié en tres cosas: el ejercicio, las relaciones sociales y la reserva cognitiva.

El ejercicio, si bien es bueno para mejorar a nivel físico, lo es más para mejorar nuestra mente. El ejercicio es el ansiolítico y antidepresivo natural, el remedio biológico que tenemos en el organismo para reducir los niveles de ansiedad y depresión. Hacer ejercicio es como dar un masaje al cerebro, como meter al cerebro en un spa.

Las relaciones sociales son muy útiles, aparte de por el componente emocional y afectivo que conllevan, porque cuando interactuamos con otras personas necesitamos tener alerta un montón de áreas del cerebro. En las conversaciones hay un fluir continuo de conceptos, recuerdos, descripciones, explicaciones y conexiones, y eso al cerebro le viene muy bien.

¿Y conoces qué es la reserva cognitiva? Es una especie de plan de pensiones del cerebro, de tal forma que si la mejoramos, seremos más resistentes al deterioro propio de los años y a la aparición y desarrollo de enfermedades neurológicas, como el alzhéimer y el párkinson.

¿Cómo podemos mejorar la reserva cognitiva? Ejercitando nuestro cerebro a base de aprender cosas nuevas en cualquier etapa de la vida (mejor cuanto mayor grado de dificultad conlleven), nunca dejar de leer y escribir, aprender un nuevo idioma o a tocar algún instrumento (otro nuevo si ya tocas alguno), incorporar nuevos hobbies, mejorar nuestros conocimientos informáticos, etc.

Todo esto y mucho más lo puedes encontrar en mi libro #TuMejorMedicinaEresTú. Finalizo con una lúcida frase de Valentín Fuster:

«El corazón sirve

para dar cantidad de vida;

el cerebro, para dar calidad de vida».

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DR. DOLS

Javier Dols Juste
Médico de Personas – Cuido de tu Felicidad
www.javierdols.com
tumejormedicinaerestu@gmail.com
#TuMejorMedicinaEresTu

Sobre la autoría

Javier Dols Juste

Nací en Madrid, donde estudié el primer ciclo de la carrera. Soy licenciado en Medicina y Cirugía por la Universidad de Cádiz, en la que realicé el Examen de Grado con la calificación de Sobresaliente.
Mi primer trabajo como médico fue haciendo el servicio militar en la Brigada Paracaidista. No, los que no éramos voluntarios no saltábamos. En esa etapa confirmé que no soy gafe: en ninguno de los saltos que cubrí como médico ocurrió ninguna desgracia.
Luego estuve trabajando durante 4 años en unas clínicas de adelgazamiento, donde acabé siendo el encargado de docencia.
Tengo la Certificación de Suficiencia Investigadora por el Departamento de Medicina Preventiva y Salud Pública de la Universidad Autónoma de Madrid. Soy especialista en Medicina Familiar y Comunitaria por la vía MIR.
Acumulo la experiencia de haber trabajado en 16 Centros de Salud:

Villalba, Ventura Rodríguez, Villanueva de la Cañada, Tribulete, Majadahonda, Los Cármenes, Galapagar, Aniceto Mariñas, Pozuelo, María Auxiliadora, Goya, Espronceda, Cebreros, Lucero, Dos de Mayo y Príncipe de Vergara. Desde 2007 tengo plaza en propiedad por oposición en el Servicio Madrileño de Salud.

FOTO: CARMEN LOPEZ

Soy miembro fundador del grupo Salud Basada en Emociones de la Sociedad Madrileña de Medicina Familiar y Comunitaria, donde médicos entusiastas de la inteligencia emocional intentamos aprender y enseñar a gestionar mejor las emociones en beneficio de profesionales y pacientes.

Mis principales aficiones son la lectura, el cine y la decoración.
El libro es el colofón a un proceso que empezó con el sentimiento durante mi juventud de ser un patito feo, hasta que por fin las piezas del puzzle de mi vida fueron encajando y todo cobró sentido. Desde hace años soy una persona estáblemente feliz.

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