Javier Dols Juste
Médico de Familia
Querido lector de GraZie MagaZine:
Como médico, si hay algo que te quiero desear por encima de todo es que tengas o puedas tener la mejor salud posible, física y mental ¿Te parece buen deseo?
Pero esa meta no la vas a poder alcanzar sin tu implicación activa. Ya puedes tener los mejores médico y enfermera del mundo y tanto dinero como un millonario, que, si no tomas decisiones acertadas, te puedes ir alejando poco o mucho de tu mejor salud posible. Y es que gestionar tu salud es tan importante o más que gestionar tu dinero…porque a nadie nos sobra salud.
Se ha calculado que aproximadamente el 40% de nuestra salud (y curiosamente, también de nuestra felicidad) depende de nosotros: de nuestros hábitos, de nuestras decisiones, de lo que comemos, de lo que bebemos, de lo que pensamos, de cuánto y con quién nos relacionamos…en definitiva, de lo que hacemos o dejamos de hacer. ¿Te parece mucho o poco ese %? ¿Crees que te interesa mejorar, o prefieres dejarte llevar?
Una mala noticia es que, así como por un golpe de suerte te puede tocar la lotería o recibir una herencia inesperada, nunca nos va a llegar de fuera un premio de salud. Eso entraría dentro del capítulo de los milagros, que existen, pero son más difíciles de que toquen que un primer premio de lotería.
La buena noticia es que, si te implicas en conocer y adoptar los mejores hábitos posibles, vas a poder tener mejor salud y, paralelamente, mayor felicidad. Porque salud y felicidad van de la mano: si tienes mejor salud tendrás más felicidad, y si tienes más felicidad tendrás mejor salud.
¿Y qué podemos hacer para implicarnos en mejorar nuestra salud? Pues muchas cosas. Desde por ejemplo aprender de nutrición (en España hay unos magníficos nutricionistas que están realizando una gran labor divulgativa), huir de la vida sedentaria, dedicar más tiempo a la familia, socializar más, evitar las sustancias y personas tóxicas, cuidar los hábitos posturales, luchar contra el sobrepeso, gestionar con sensatez el dinero y contactar más con la naturaleza, hasta dulcificar tu carácter (cuánto daño hace a la salud propia, a la familia y a la sociedad un mal carácter), aprender a gestionar las emociones, dar sentido a nuestra vida, nutrir nuestra mente con sabias lecturas y dedicar tiempo a la meditación y a la reflexión.
Sí, quizás no te has planteado que se puede aprender a mejorar nuestra forma de pensar, pero claro que se puede, y además cualquier mejora en este campo, por pequeña que sea, va a contribuir a mejorar tu salud y tu felicidad. Porque la calidad de tu vida depende de la calidad de tu pensamiento.
Y ahora, querido lector, siéntate cómodo, pon música de tu agrado si es posible y prepárate para disfrutar de la lectura de GraZie Magazine, un placer para tu mente que te regala la vida en este momento.
Javier Dols Juste
#SiempreGraZie