LA ANTESALA DE LA FELICIDAD

por Esther Mendoza | Compromiso social, Esther Mendoza

LA ANTESALA DE LA FELICIDAD

NO ES LO QUE CREES…

Por Esther Mendoza

Todos tenemos la creencia de que la felicidad es un sentimiento; nada más lejos de la realidad. Según Arthur C. Brooks, uno de los mayores expertos en felicidad opina que, los sentimientos son indicios de la felicidad, pero no son la felicidad en sí misma. Es como confundir el olor de la cena con la cena misma. Imagina tener el olor de la cena en la casa de tu madre y exclamar ¡ah, qué bueno!, pero eso no es la cena; es la evidencia de la existencia de la cena que disfrutarás luego. Y lo mismo ocurre con la felicidad.

 Comparto con él que la felicidad absoluta no existe; eso ya lo sabemos. De hecho, no debería ser el objetivo de nadie, ya que llevaría a una gran decepción. Además, el dolor, la frustración y algunos retazos de felicidad son ingredientes necesarios para ser más resilientes, crecer como personas y, en algunos casos, nos invitan a cambiar todas nuestras creencias.

Todo aquello que sucede fuera de nosotros nos empuja al aprendizaje, y no es casualidad.

Si supiéramos disfrutar más y sentirnos satisfechos de la coherencia que necesitamos para ser felices, todo esto le daría un mayor significado y sentido a nuestra historia personal.

El ¿Por qué hacemos lo que hacemos? a veces tiene una compleja respuesta.

Un gran número de personas están instaladas en la rutina y en la creencia de que son “aquello que les tocó en la repartición de cartas”; un conformismo letal que merma el verdadero significado de la razón de su existencia.

Permíteme compartir un pequeño secreto, uno que descubrí en mi propio viaje a un lugar tan absurdo como maravilloso: el País de las Maravillas.

Sí, estoy hablando de Alicia, la misma chica que una vez cayó por una madriguera de conejo y se encontró en un mundo donde nada tenía sentido y, sin embargo, todo era posible. Mi viaje comenzó en un día común y corriente, como cualquier otro, pero pronto me vi envuelta en una aventura que desafiaba todas mis creencias sobre la felicidad y la vida misma.

En el País de las Maravillas, me encontré con personajes extraños y situaciones aún más raras. Pero en medio de toda esa locura, descubrí una verdad profunda y transformadora: la felicidad es efímera, aparece y desaparece sin razón alguna. Y eso lo descubres cuando eres coherente con lo que piensas y haces.

LA ANTESALA DE LA FELICIDAD

LA ANTESALA DE LA FELICIDAD

En la antesala de la felicidad descubres que cuando viajas dentro de ti y logras regresar ileso o ilesa, puedes ver con más claridad lo bueno que hay en ti, nada de fustigarse y ¡mucho menos compararse! Solo así conectamos con los demás, y ahí es donde entiendo que es cuando se rodea ese estado que no se prodiga tan a menudo; me refiero a una viajera en el tiempo llamada felicidad.

Déjame contarte sobre el Sombrerero loco, un personaje que parece vivir en su propio mundo de fiestas de té interminables y chistes sin sentido. Al principio, me pareció un chiflado total, pero luego me di cuenta de que su desequilibrio era solo su manera de abrazar la vida al máximo, sin preocuparse por lo que los demás pensaran de él. ¿No sería genial poder hacer lo mismo?

Y luego está el gato de Cheshire, con su sonrisa misteriosa y su habilidad para aparecer y desaparecer a su antojo. Nunca sabes qué esperar de él, pero al final te das cuenta de que es precisamente esa imprevisibilidad lo que lo hace tan encantador. A veces, la felicidad está en dejar de intentar controlar todo y simplemente fluir con la corriente; resurgirá cuando dejes de pensar en ella.

LA ANTESALA DE LA FELICIDAD

LA REINA DE CORAZONES

Por supuesto, no puedo olvidar mencionar a la Reina de Corazones, con su obsesión por el poder y el control. Ella representaba el epítome de la infelicidad, pero luego me di cuenta de que su búsqueda desesperada de perfección era solo una máscara para sus propias inseguridades. En ocasiones, aquellos y aquellas aparentemente más seguros de sí mismos son los que más necesitan un recordatorio de que la verdadera felicidad no solo es conocerse, saber cuáles son sus luces y sus sombras y convivir con ellas, sino, sobre todo, vivir el ¡ahora!

No nos engañemos; sin buscarlo, pasamos por etapas color de hormiga, es decir, caóticas. Aceptar la locura del camino al encuentro de ella no es tarea fácil, no voy a mentirles, además, ya lo sabéis. La felicidad, de vez en cuando, se disfraza y pone a prueba a los mortales y a sus ganas de reír a carcajadas o encontrar alegría en algo que le rodea; sin embargo, aguarda en pequeños instantes a ser la protagonista de tu vida, a que la uses como pila que te carga para recordarte de que a pesar de todo lo que estás viviendo, estar aquí, hoy, merece la pena…

#SiempreGraZie


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Sobre la autoría

Esther Mendoza

Esther Mendoza

Coach - Formadora y Escritora

 “Todos tenemos una versión de nosotros mismos que no siempre es fiel a la realidad...” 

Como formadora, escritora y filántropa, cada individuo y su historia posee un valor intrínseco que resuena en lo más profundo de mi ser. 

Atraída por el potencial humano, creativa y espiritual. Con una curiosidad innata que me lleva más allá, las personas despiertan mi vocación y dedicación en ayudarlas a experimentar cambios duraderos y satisfactorios, de ahí mi formación en coaching y desarrollo personal. 

Y aunque estudié Historia y Ciencias Religiosas, eso no fue más que el principio para seguir adquiriendo conocimientos en otras áreas que me facilitasen herramientas para una comprensión más completa de cómo puedo ser de utilidad a los demás. 

Mi otra pasión, la escritura. Esta se ha convertido en mi compañera constante, un canal a través del cual puedo dar voz a las emociones que a veces se resisten a ser expresadas de manera oral. Sin los renglones de un momento, una historia, un sentimiento o una ficción dejaría de ser yo… 

Cada interacción, ya sea a través de la palabra hablada, la escrita o el lenguaje no verbal, es una oportunidad para conectar y alimentar esa parte de mí que siempre pide más… 

Gracias GraZie Magazine por hacerme un hueco en vuestro mágico mundo. 

#SiempreGraZie


 

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