SANARTE MIENTRAS DUERMES:
EL PODER REPARADOR DEL DESCANSO
© Dra. Elisabeth Arrojo (Oncóloga)
El descanso no es simplemente una pausa en nuestra actividad diaria, es una inversión en nuestra salud y bienestar. Aprender a descansar bien, como lo describe la Dra. Arrojo, es una disciplina tan importante como el ejercicio o una dieta equilibrada. En un mundo acelerado, es crucial recuperar la importancia del sueño de calidad para que podamos enfrentar el día a día con energía y claridad mental. La verdadera sanación, tanto física como emocional, comienza mientras dormimos.
El cuerpo y la mente humanas son maravillosos. Están diseñados como la mejor obra de ingeniería jamás imaginada. La coordinación entre ellos es prodigiosa. Todo tiene una función y una misión. En nuestras necesidades, ninguna se ha puesto ahí por «llenar hueco», sino que tiene un fin fundamental. Una de ellas es el ejercicio físico, fundamental para nuestra salud y bienestar. Pero otra necesidad, que también requiere cierto esfuerzo, es el descanso.
Muchos y muchas pensarán que descansar es sencillo, pero no están en lo cierto. El descanso también requiere disciplina y compromiso. Con descanso no me refiero a horas de sofá o de ver la televisión, me refiero a dormir. Mientras dormimos ocurren una serie de procesos imprescindibles para nuestro organismo, para que nuestro cuerpo y mente estén preparados al día siguiente para continuar con la actividad cotidiana.
Debemos dormir, al menos, unas seis horas diarias y no muchas más de ocho. Durante el sueño existen varias fases, seguro que has oído hablar del sueño REM. En total son unas cuatro fases. Cada una de ellas resulta fundamental y debemos pasar por todas porque cada una tiene un objetivo a nivel de recuperación en nuestro organismo. Estas fases son consecutivas, y si nos despertamos tenemos que volver a empezar. Por eso resulta fundamental evitar los despertares nocturnos, porque si nos despertamos, hay fases fundamentales que no llegan a ocurrir o que son demasiado breves.
Mientras dormimos, el cerebro, el organismo, no descansa, sino que está trabajando en procesos básicos. ¿Qué pensarías, por ejemplo, si te dijera que la falta de sueño engorda? Mientras dormimos se liberan o suprimen muchas hormonas. La falta de descanso produce una disminución de la hormona de la saciedad, la leptina, y un aumento de la hormona del hambre, la grelina. Ante la falta de sueño, nuestro cerebro no es capaz de controlar bien esa secreción hormonal. Es bien sabido que la falta de sueño genera, además, otros trastornos como pérdida de memoria, falta de concentración, depresión… Resulta fundamental cuidar la actividad y el descanso en nuestro organismo. Por ello, trabajar para tener un buen descanso nocturno también es muy importante. Para ello:
- Evita utilizar pantallas móviles, tablets o ver la televisión justo antes de dormir ya que sus luces disminuirán la secreción de melatonina.
- Evita las comidas copiosas antes de ir a la cama o el ejercicio físico intenso ya que activará hormonas y procesos en tu organismo que dificultarán el descanso nocturno.
- Prepara tu cuerpo para el descanso. Puedes realizar una meditación antes de dormir, darte un baño relajante, dar un paseo tranquilo o tomarte un vaso de leche que contiene péptidos que ayudan a dormir.
Recuerda, en el hábito de la virtud está la felicidad. Y ya ves que no solo debemos «imponernos» actividad, sino también descanso, pero «de calidad».
«El cuerpo y la mente humanas son maravillosos. Están diseñados como la mejor obra de ingeniería jamás imaginada.»
«Dormir bien no es solo descansar, es darle al cuerpo y a la mente la oportunidad de regenerarse y prepararse para un nuevo día.»
«La falta de descanso produce una disminución de la hormona de la saciedad y un aumento de la hormona del hambre. Dormir bien no solo descansa, también cuida tu salud.»
«En el hábito de la virtud está la felicidad, y descansar bien es una de esas virtudes necesarias.»
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Sobre la autoría
Médico especialista en oncología. Licenciada en Medicina por la Universidad de Navarra, es además Doctora Cum Laude por la Universidad de Oviedo. Reconocida por los EEUU como “persona extraordinaria en las ciencias”, mismo reconocimiento que se le da a los premios Nobel que desarrollan su labor en dicho país. Recientemente nombrada Catedrática en Hipertermia oncológica por la Universidad Católica de Murcia (UCAM). Es además Presidenta de la Sociedad Internacional de Hipertermia clínica y Tutora de la Sociedad Europea de Oncología Radioterápica (ESTRO).
Ha sido además premiada con el Premio oncóloga del año 2020, Premio Europeo Dr. Fleming de Medicina 2021 entregado por D. Luis María Ansón y Premio oncóloga del año en 2021 y 2022 entre otros.
Ha desarrollado su labor profesional en importantes centros oncológicos como “21st Century Oncology” en Michigan, USA, donde fue coordinadora de investigación durante varios años; “UCLA Hospital” en Los Ángeles, USA donde realizó un Fellowship en Braquiterapia y la Unidad de Protonterapia del Penn Hospital en Filadelfia.