DUDAS Y REALIDAD DEL POSMODERNISMO ACTUAL

© Pedro Rodríguez Castañeda

En mi último artículo hacía referencia a dos hechos muy significativos, la DANA que padecimos en España con desastres terribles y la llegada de Mr. Donal J. Trump a la presidencia de los Estados Unidos de América. En ambos casos se podría decir que hay un nexo importante y, este lazo común, no es otro que la política mal entendida.

Efectivamente la política solo tiene un significado, “ la ciencia y arte para la organización y administración del Estado”, pero en estos momentos da la impresión, sin tener en cuenta la ideología existente en cualquier país, que a todo dirigente que se precie solo le interesa mantenerse en el poder utilizando cualquier arma, sea esta destructiva, emocional, engañosa, o contraria a lo expresado en su programa y pretendiendo conseguir, tipo dictadura, el control de todos los poderes: Ejecutivo, Legislativo y Judicial.

Dudas y realidad del posmodernismo actual

Actualmente con el nivel tecnológico existente en comunicación, digitalización e Inteligencia Artificial (IA), la tecnología se ha convertido en una amenaza, o lo que es igual, la amenaza ha quedado asociada a la promesa, llevándonos esta tecnología, como manifestaba el gran filósofo alemán Hans Jonas “a una tierra de nadie respecto de la ética”.

La ética así diseñada es imposible que nos instruya sobre las reglas de la bondad y de la maldad, y al no poder diferenciar una cosa de otra, nos encontramos con un vacío total por el relativismo existente de los valores.

Ante esta situación planteada, cualquier persona puede darse cuenta de que la suerte del hombre, la supervivencia física y la integridad de su esencia pueden verse comprometidas y, por lo tanto, la ética también puede estar implicada. Necesitamos una ética de respeto, superando la ética de la prudencia, casi siempre establecida, y posteriormente llegar a la metafísica. En ese momento podremos preguntarnos algo muy determinante, ¿por qué debe haber hombres en el mundo? y si los hay, ¿debemos garantizar la existencia futura?

Queridos lectores, una vez que hemos llegado a este punto, sería necesario entrar en cuestiones de gran importancia, como la relación entre el ser y el deber, la causa y el fin, la naturaleza y el valor, que planteados ontológicamente nos conducen a un deber inexcusable de todos los hombres, especialmente de todos los que están en una situación de privilegio. Sí, hablo de “la responsabilidad”.

Hablar de cultura de responsabilidad nos obliga a considerar estas tecnologías, por las consecuencias que pueden tener para los ciudadanos, pérdida de libertad, manipulación e intereses siempre dirigidos en beneficio de unos pocos, aunque el planteamiento siempre se haga como un progreso científico que mejora nuestra calidad de vida al ser útiles en nuestro día a día. Por lo tanto, sin analizar en profundidad estas consecuencias no se podrán incluir para conseguir un discurso moral.

Hay que precisar que la cultura de la responsabilidad, cuando habla de fines y se convierten en referentes morales, no es otra cosa que ética de la responsabilidad que aparece con el análisis, desarrollo y medición de las consecuencias transmitidas a nivel universal por las nuevas tecnologías.

Si las tecnologías descritas anteriormente se utilizan de forma general para conseguir dinero o poder se estará poniendo en juego el mundo humanizado.

El gran filósofo moralista austriaco Kurt Baier manifestaba: “la auténtica razón de ser de la moralidad es producir razones que se impongan a las razones del autointerés, sobre todo, en aquellos casos en que la adhesión de cada cual a su propio interés sea perjudicial para todos”.

La ética y la moralidad, para los gobernantes, debería ser impartida con mucho interés por todos los gobiernos, cosa que no se hace. Hay grandes filósofos desde épocas muy lejanas hasta nuestros días que merece la pena estudiar consiguiendo con ello un criterio propio no impuesto por los dominadores, de esa manera se podría mejorar el mundo político actual que tenemos.

Permitidme que os haga una somera enumeración de los filósofos que según mi criterio merece la pena leer en profundidad, aunque haya otros muchos. Voy a empezar por los sofistas griegos, siglo V a.C. Sócrates, Platón, Aristóteles, pasando por la ética cristiana Tomás de Aquino, Agustín de Hipona, siglos XVI, XVII, XVIII Thomas Hobbes, David Hume, Adam Smith, Jean-Jacques Rousseau, Immanuel Kant, siglo XIX Friedrich Hegel, Darwin, Nietzsche y en el siglo XX William Russell, los modernistas y los posmodernistas, que no voy a nombrar para no crear posibles tensiones.

Es prácticamente imposible sacar conclusiones de un tema tan importante en un artículo dirigido a personas muy diferentes con distinto nivel intelectual, económico y social, pero voy a intentar exponer mi opinión con algunas frases que pueden ayudar a pensar y que podrían favorecer la voluntad de cada uno de los lectores. De esta manera conseguiríamos tomar decisiones con libertad ajustándonos a la realidad.

  • Ningún ideal ha de ser más importante que la vida y la libertad.
  • El hombre actual se detiene poco a reflexionar sobre el sentido de la vida.
  • La vida verdadera ha de tender a la sencillez.
  • Hagamos el esfuerzo necesario para averiguar si lo que nos dicen, especialmente los políticos, es verdad.
  • No debemos aspirar a que todos los deseos los tengamos que satisfacer.
  • La política realista ha de ajustarse a las necesidades de los ciudadanos, para lo que necesitamos políticos formados, capacitados y responsables, solo así, conociendo cómo satisfacer las necesidades ejercerán correctamente su trabajo. No podemos consentir que su única misión sea dejarse llevar por la idea del que la impone.

Si esto se cumpliera la política evolucionaría positivamente, se precisarían menos políticos y podríamos exigir a los elegidos más sabiduría para mejorar la sociedad y no sus intereses personales.

#SiempreGraZie


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Sobre la autoría

Pedro Rodríguez Castañeda

D. Pedro Rodríguez Castañeda
Licenciado en Ciencias Químicas, especialidad Industrial, en la Universidad de Valladolid.
Máster en Dirección y Administración de empresas, por ESDEN. Máster en Formación para directivos Gustav Kaeser y Máster en estudios avanzados de Filosofía, por la Universidad Complutense de Madrid.
Doctor en Filosofía por la Universidad Complutense de Madrid.
Resaltar, además de la formación, los trabajos realizados: dos años en la Universidad de Valladolid en la catedra de Química Orgánica, realizando la TESIS doctoral. Tres años como jefe de Laboratorio en Sociedad General Azucarera (SGA) y varios años trabajando con diferentes multinacionales del sector médico. Esta formación y experiencia me llevó a constituir mi propia empresa, PAIPEISA, S.A, a la que he dedicado más de tres décadas y donde he conseguido mucho más de lo esperado.

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