Miguel López-Alegría

por Custodia Ponce | Entrevistas, Nuestro planeta

Miguel López-Alegría

TURISMO ESPACIAL

Primer astronauta estadounidense nacido en España

ENTREVISTA A: Michael López-Alegría 

Por Custodia Ponce

Miguel López-Alegría es el astronauta de origen español que liderará la misión privada Axiom 1 (Ax-1) a la Estación Espacial Internacional (ISS) como comandante.

Las causalidades de la vida, o mejor dicho el amor, hicieron que naciera en la antigua base aérea americana de Torrejón de Ardoz (Madrid). Su padre, original de Badajoz, era militar español destinado en la base, y su madre americana, también personal de esta base.Desde muy pequeño sus padres se trasladaron a vivir a Mission Viejo (California), donde adquiere la nacionalidad americana.

Hoy Miguel López-Alegría, quien voló al espacio cuatro veces durante una carrera récord de veinte años en la NASA, nos atiende mientras se prepara para ser pionero en un viaje espacial humano, civil y comercial como comandante de la misión privada Axiom 1 (Ax-1) a la Estación Espacial Internacional (ISS). López-Alegría es vicepresidente de Axiom.

En esta misión histórica le acompañarán Larry Connor, empresario estadounidense y activista sin fines de lucro, como piloto; Mark Pathy, inversionista y filántropo canadiense; y Eytan Stibbe, israelí y gran inversionista de impacto y filántropo.

De Miguel López- Alegría he aprendido que se puede volar muy alto, pero siempre volviendo los pies a la tierra, teniendo en cuenta que nuestra contribución diaria por pequeña que sea, será el resultado de nuestro futuro. Miguel, gracias por tu compromiso con la humanidad y tu honestidad.

Me quedo con mucho, pero voy a resaltar “El hombre debe llegar al entendimiento de que somos todos pequeños e iguales, y que individualmente somos insignificativos pero globalmente, muy importantes”

“El hombre debe llegar al entendimiento de que somos todos pequeños e iguales, y que individualmente somos insignificativos pero globalmente, muy importantes”

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·Te enrolaste en la Marina de los Estados Unidos y te graduaste en Ingeniería de Sistemas. Más tarde, en la Escuela Naval de los Estados Unidos, consigues un máster en Ingeniería Aeroespacial.
En 1981 te gradúas como piloto de combate, volando en más de treinta modelos de avión, teniendo acumuladas más de 5.700 horas de vuelo.
Miguel, ¿qué impulsó por aquel entonces a aquel joven que con tan solo 23 años ya contaba con esta trayectoria?
—Por aquel entonces, mi sueño no era ser aviador, pero cuando fui a la escuela naval y tuve la opción de conocer a la gente de esa comunidad, me interesó la Escuela Naval de Aviación. Podría haber elegido submarinismo o infantería de marina, que eran otras opciones. Me atrajo más la comunidad de aviación, aunque reconozco que no era mi pasión infantil. Yo de pequeño quería ser astronauta, fue más tarde cuando se despertó de nuevo ese sueño.

·En 1992 comienzas tu entrenamiento como astronauta, y en 1995 ya estás realizando tu primera misión espacial, recorriendo 6,6 millones de millas.
Cuando uno está a esa distancia de la tierra,,, ¿qué es lo más importante?
—Primero debo destacar que es una experiencia inolvidable, y segundo, muy difícil de compartir. Es una experiencia muy extraña, muy diferente a lo que conocemos aquí en la tierra. Especialmente me impresionaron tres cosas: el lanzamiento, que tan solo dura poco más de ocho minutos. La sensación de flotar en la parte de gravedad. Y por supuesto… La vista de la Tierra, que es una belleza increíble.

·Has liderado la Oficina de Operaciones de la Tripulación de la ISS, has participado en programas experimentales de la NASA y en diferentes expediciones…
¿Qué podemos encontrar en el espacio que no obtengamos en la Tierra?
—He de decir que estar en el espacio es tan maravilloso, pero para mí al menos, sabiendo siempre que voy a volver a la Tierra, esto es lo que hace tan especial la experiencia. Ir al espacio y quedarme allí para siempre a mí no me apetecería mucho.
La vida placentera que podemos tener aquí en la Tierra con nuestros seres queridos allí no es posible.

·Por tus raíces españolas, considero que en España cualquier ser humano se ha de sentir muy orgulloso de ti por tu trayectoria profesional impecable.
Miguel, ¿tú cómo te defines?
—Me defino como una persona tranquila, curiosa, contenta y satisfecha de mi vida. Me gustan las cosas sencillas, una buena comida o una buena conversación en buena compañía.

·Eres el astronauta con más paseos espaciales de la historia de la NASA. Diez salidas espaciales y cuatro misiones, acumulando 67 horas y 40 minutos aproximadamente en el espacio.
Ahora te preparas para la que será una expedición pionera, un viaje con tres pasajeros civiles en una misión orbital privada, volando en el Axe-1.
Como comandante de esta expedición, ¿hay algo que te preocupe especialmente?

—Yo tengo una cierta responsabilidad porque esta misión será la primera completamente privada a la Estación Espacial Internacional que llamamos ISS, y esto conlleva bastante trabajo. Aquí comienza una etapa nueva en la trayectoria de vuelos tripulados al espacio, por esto debemos establecer un nivel alto. Las personas civiles que nos acompañan en esta expedición deberán tener la misma preparación que los demás profesionales y esto supone un gran esfuerzo por nuestra parte. Esto es lo que más me preocupa.

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¿Podemos confirmar ya la fecha de lanzamiento de este viaje y quiénes serán los tres privilegiados que formarán parte de la tripulación del Axe-1?
—La fecha concreta de lanzamiento aún no está confirmada, pero sabemos que será el primer trimestre de 2022.
Un americano, un canadiense y un israelí, serán los tres hombres de negocios que han tenido este sueño y nosotros estamos encantados de poder hacerlo posible.

¿Hace falta una preparación especial para realizar un viaje turístico al espacio?
—Subir al espacio no solo requiere una preparación física, esto no es tan importante, sí que requiere una gran preparación educativa. Hay que tomar bastantes clases para entender bien los sistemas, saber cómo operar, cómo vivir, cómo funcionar en el espacio, en la estación y también en el vehículo de transporte que tenemos que utilizar para llegar a la estación y volver.
En total necesitamos cómo mínimo diecisiete semanas de preparación, para mí son algunas más.

·Será un día de viaje a bordo del vuelo espacial Axiom Mission 1, (Ax-1) lanzado desde el Centro Espacial Kennedy de la NASA en Florida, para después disfrutar durante ocho días en la Estación Espacial Internacional. La vuelta, llevará otro día.
¿Existe ya algún plan para realizar durante la estancia en la Estación Espacial?
—En esto estamos ahora. Cada uno de los tripulantes ha elaborado un plan propio de investigación y también de conexión con organizaciones filantrópicas. Estamos construyendo las agendas para que cada uno tenga todo coordinado durante los días en la estación. Mi papel es facilitar todo esto, cuando todo esté concretado, yo me adaptaré a los demás y ayudaré en las distintas actividades.

A los que nunca puedan viajar al espacio, y busquen constantemente “La Felicidad”, ¿qué les dirías?
—Que hay muchas fuentes de felicidad y no se encuentran en el espacio. La felicidad se encuentra cuando encontramos nuestra pasión en la vida.
Es cierto que ir al espacio ahora no está al alcance de todos, pero si echamos la vista atrás cien años, recordaremos que los vuelos en la aviación comercial solo eran para unos pocos privilegiados. Ahora casi cualquier persona puede coger un avión y volar hasta la otra parte del mundo. Aunque aún faltan algunos años, pasará los mismo con los vuelos espaciales con civiles, sin embargo de momento es muy exclusivo y costoso.

·Desde la Estación Espacial Internacional, Europa, Japón, Rusia, EEUU y Canadá llevan explorando el espacio ya más de veinte años. Por seguridad, se dice que solo se podrá seguir viajando hasta 2028.
Qué ocurrirá a partir de esta fecha, ¿se pondrán de acuerdo los seres humanos para seguir avanzando juntos en el descubrimiento del espacio?
—Yo creo que lo que va pasar es normal. El papel de cada país, de cada estado, es el de abrir fronteras y utilizar el dinero del estado para realizar expediciones. Los Reyes Católicos lo hicieron en España en el 1492 con Cristóbal Colón, o Thomas Jefferson en Estados Unidos con Mariwether Lewis y William Clark para abrir fronteras y ver lo que ocurría fuera.
Una vez que la seguridad se establece, los gobiernos deben trasladarse a la próxima frontera y dejar que el comercio se establezca y genere economía entre los países y esto es lo que está ocurriendo en la órbita terrestre baja donde está la Estación Espacial Internacional.
Las agencias están cambiando su enfoque para volver a la Luna y próximamente ir a Marte. Ahora, en vez de seguir teniendo una estación estatal, la empresa en la que yo trabajo, Axiom, pretende construir una estación comercial, para que las agencias puedan seguir viajando al espacio y seguir realizando investigaciones científicas sin la necesidad de ser dueños del edificio, sino como si estuviesen alquilando un hotel. La infraestructura que queremos poner en marcha es mucho más barata que lo que existe hoy, y por tanto podemos ofrecer el mismo acceso a las agencias por un precio mucho más reducido. Es lógico porque no tendríamos la burocracia y todo el papeleo que necesitan los gobiernos. Esto tendría un beneficio para todos. En la actualidad la NASA gasta 3,5 mil millones de dólares al año en la ISS.

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¿Qué pasa por la cabeza de Miguel López-Alegría cuando va a salir de su propio planeta?
—(Risas)… Muchas cosas. Ilusión, enfoque y por supuesto un poco de ansiedad y de miedo. Aunque esto último está controlado porque tenemos mucho entrenamiento. El miedo que tenemos es más bien no fallar como persona, como miembro de la tripulación.
Después de haber hecho esto durante veinte años en la NASA, uno se acostumbra al entrenamiento, al lanzamiento, a la estancia… nunca lo viví como una rutina. Cada vez que lo contaba, lo apreciaba aún más. Ahora que llevo ya casi nueve años de haberlo dejado, lo hecho de menos y tener la oportunidad de volver, es para mí un sueño que nunca había esperado. Estoy muy ilusionado de poder volver al espacio.

Miguel, ¿qué es lo que más se echa de menos en el espacio?
—Lo que más se echa de menos es la familia, los amigos, y, como bien dices tú, Custodia, las cosas pequeñas y bonitas que no se pueden comprar en ningún sitio, incluso en el espacio.

¿Un sueño todavía por cumplir?
—Pisar la Luna.

¿Comida que se añora en el espacio?
—Alimentos a la parrilla.

¿Qué le dirías a todo aquel que busca su sueño pero que ha perdido la esperanza?
—Por supuesto que siempre hay que perseguir tu pasión, sea la que sea, por dos razones. Siempre vas a tener más éxito en lo que verdaderamente amas, y segundo, esto es lo que te va a dar más felicidad. Siempre hay que tener un enfoque a largo plazo aunque no sea parte del plan de hoy, pero sí parte del plan del futuro. Que todos los pasos que se den, sean con la finalidad de llegar a esa meta. Siempre hay que luchar porque las cosas no son fáciles, pero si de verdad hay una pasión, hay que perseguirla a tope.

Para quien piensa que España no puede llegar hasta las estrellas, ¿qué les dirías?
—A nivel técnico, no cabe duda que España tiene el talento necesario para hacer lo que quiera. Hay muchos jóvenes y empresas involucradas en el tema espacial y esto seguro se va a expandir en el futuro. No tengo ninguna duda.

¿A dónde vas cuando quieres desconectar?, no vale que nos digas al espacio.
—Viajo mucho y cuando estoy solo en casa es lo que más me relaja. También observar el Sol y sentir su radiación en una playa o en cualquier lugar donde reciba su luz, me da mucha tranquilidad y alegría.

¿Qué es lo que no dejarás atrás en tu próximo viaje al espacio?
—Tenemos poco espacio para llevar cosas materiales, pero en mi cabeza voy a llevar muchas memorias de mis amigos y de mi familia. Espero poder conectar con ellos desde el espacio, a ver si hay suerte.

¿Una visión para los próximos treinta años para el planeta Tierra?
—Tenemos bastantes proyectos por hacer. Pero lo más importante creo que es trabajar en la división que se está viviendo a nivel humano, y no hablo de divisiones entre gente que pertenece a un equipo de futbol u otro, sino de cosas mucho más importantes. Esto está ocurriendo en los Estados Unidos, también en España y otros países. Cuando estamos en el espacio, esta división no existe, somos todos tripulantes de la misma nave, nuestro planeta. Nos damos cuenta que hay que cuidarlo y que hay que hacer un esfuerzo mayor para entendernos mejor entre nosotros. Esta sensación de hermandad es importante que la experimente la mayor cantidad de personas para asegurar el futuro de la especie humana. Las peleas entre religiones y las divisiones políticas no sirven para avanzar en nuestra existencia.

Para terminar, algo que quieras añadir…
—Me gustaría añadir que este experimento de misiones privadas al espacio, no es solamente para cumplir el sueño de unas pocas personas, sino más bien para expandir la experiencia a otros seres humanos que puedan sentir la conexión entre todos nosotros, inquilinos de nuestro planeta. Esto no será posible en breve, pero sí en unas décadas. Se iniciará la expansión de este sentimiento y el hombre llegará al entendimiento de que somos todos pequeños e iguales, y que individualmente somos insignificativos pero globalmente muy importantes. Este tema va a ser entendido cada vez por más gente, esto es muy bueno para la humanidad.

Michael, siempre GraZie…

Cuando estamos en el espacio, esta división no existe, somos todos tripulantes de la misma nave, nuestro planeta.

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PHOTOGRAPHS PROVIDED BY: Michael López-Alegría

#SiempreGraZie


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