ENTREVISTA a María Rozman, presentadora y periodista, ganadora de tres premios Emmy

por Custodia Ponce | Entrevistas

La Excelencia, el Arte y la Comunicación se galardonan con figura de mujer. Una musa alada que muestra al átomo, premia desde 1949 la excelencia en la programación televisiva estadounidense con los premios Emmy, otorgados por la Academia Internacional de Artes y Ciencias de la Televisión de los Estados Unidos.

María Rozman ha sido nominada hasta en ocho ocasiones a los Premios Emmy, los más importantes de la televisión de los EEUU. A título personal, María Rozman ha obtenido este galardón en tres ocasiones, siendo la única mujer de habla hispana en conseguir tres estatuillas de tan preciada musa.

Santa Cruz de Tenerife. (Islas Canarias).

Periodista, presentadora y escritora

EXCELENCIA EN COMUNICACIÓN PREMIADA CON TRES EMMY

La Excelencia, el Arte y la Comunicación se galardonan con figura de mujer. Una musa alada que muestra al átomo, premia desde 1949 la excelencia en la programación televisiva estadounidense con los premios Emmy, otorgados por la Academia Internacional de Artes y Ciencias de la Televisión de los Estados Unidos.

María Rozman ha sido nominada hasta en ocho ocasiones a los Premios Emmy, los más importantes de la televisión de los EEUU. A título personal, María Rozman ha obtenido este galardón en tres ocasiones, siendo la única mujer de habla hispana en conseguir tres estatuillas de tan preciada musa.

Según la mitología griega, las musas son divinidades inspiradoras que susurran ideas relacionadas con las ramas artísticas y el conocimiento. María Rozman es una de esas musas inspiradoras que con total humildad nos comparte su experiencia vivida durante sus veinte años de estancia en los EEUU, país al que llegó por amor.

María Rozman

Reconoce que los inicios no fueron nada fáciles. María nos cuenta que su primer trabajo fue descargando camiones. Sabía muy bien que cada paso contaba hasta alcanzar sus sueños y nunca tiró la toalla. Al poco tiempo comenzó su primer trabajo como reportera en una TV de Colorado. María Rozman es una de esas mujeres resilientes que ha llegado donde quería llegar, siempre dando pasos sólidos y gracias a su trabajo bien hecho.

Ahora vuelve a su tierra, Tenerife, como una de las mujeres referentes en Estados Unidos en el mundo de la comunicación como presentadora, corresponsal y jefa de informativos de los medios más importantes del país. María Rozman, ha sido la única mujer periodista de habla hispana que ha entrevistado durante su mandato a un presidente de los EEUU, y además, en dos ocasiones.

María nos confiesa ponerse nerviosa aún en cada entrevista, su brillo en la mirada la delata. Sin duda alguna, nuestra entrevistada no necesita filtros, ella transmite desde el Alma.

Comenzamos por el momento presente. Cuéntanos, ¿quién es hoy María Rozman, tú, cómo te ves?

—De alguna manera los años y la experiencia adquirida, van cambiando a uno como persona, pero la esencia de cómo somos, no cambia nunca. Yo me veo con la misma ilusión de cuando comencé. Me siguen gustando las mismas cosas. Soñar y descubrir cosas nuevas cada día, haciendo siempre esas que me llenan y, aunque suene un poco egoísta, haciendo cosas que ayudan a los demás, que son las que más me aportan y me hacen sentirme bien.

Me gusta idear planes, aportar y buscar maneras de colaborar, pensando siempre en lo que se puede mejorar. Ahora, de vuelta a mi tierra, Tenerife, y después de haber vivido tantos años en Estados Unidos, busco justamente esto, aportar la experiencia de lo que he aprendido durante el tiempo que he estado fuera, siempre desde un punto positivo y pensando en ayudar.

María, has sido directora de informativos de la cadena Telemundo Washington DC, Maryland y Virginia, y en la CNN Español y en Telemundo Denver has trabajado como jefa de informativos y presentadora. También has sido directora de programas en español en el Ohio Center for Broadcasting. Eres la única periodista hispana que has entrevistado, y además, por dos veces consecutivas, al presidente de EEUU Barack Obama, una de ellas en la Casa Blanca. Mujeres como Hillary Clinton o Rigoberta Menchú se han visto atrapadas por tu sonrisa durante tus entrevistas. ¿Nos podrías contar qué es lo que más te sorprendió de la experiencia y qué aprendiste con ellos?

—Rigoberta Menchú es una mujer maravillosa. Hillary Clinton es una mujer admirable en muchos sentidos, muy inteligente e increíblemente capaz a la que creo que Estados Unidos no la ha tratado muy bien.

Cuando realizas una entrevista a cualquier persona, siempre se aprenden muchas cosas. Creo que es importante siempre ponerse en el lugar del otro para poder llegar mejor a la persona y hacer la entrevista desde el corazón. Esto no quiere decir que compartas sus pensamientos, pero, quizás sí lograr entenderla. Yo he aprendido mucho de todos, igual del campesino más humilde que he entrevistado que del propio presidente de los EEUU.

La primera vez que entrevisté al presidente Barack Obama me llamó muchísimo la atención su humildad, su cercanía, sus modales exquisitos y educación excelente. La noche anterior a la primera entrevista que le hice, pensaba cuál sería la mejor manera de dirigirme a él, si en inglés, español… mis nervios me dejaron dormir poco. A la mañana siguiente cuando nos reunimos él se acercó a mí y me dijo “hola María, ¿cómo estás?”, en español. Me quedé sorprendidísima.

La familiaridad con la que me habló, su sencillez y su tono afable, creo que tienen mucho que ver, que aún en la actualidad, siga triunfando. En España parece que la “pompa” que rodea a las autoridades y personalidades, se ponga de por medio y esto hace que cueste llegar a ellas.

Una de las cosas más importantes que aprendí fue que “da igual con quien hables, ya sea el presidente de los EEUU o sea un camarero, lo importante es tratar a las personas bien”, esto te va a llevar muy lejos. Dice la gran poeta Maya Angelou “No es lo que te dicen, sino como te hacen sentir cuando te lo dicen

María, yo me atrevo a decir que has hecho mucho y que puede parecer que en la vida, todo se te ha dado muy fácil. ¿Nos puedes contar cómo fueron tus comienzos en el mundo de la comunicación?

—Siempre quise ser periodista, desde pequeña. Yo vengo de una familia humilde, mi madre ama de casa y mi padre trabajador, y cuando quise estudiar la carrera de periodista no pude, ellos no me podían enviar a estudiar fuera. Decidí comenzar a estudiar la carrera de derecho en mi ciudad, pero nunca la terminé. Después fue cuando me marché a EEUU y comencé esa carrera por alcanzar lo que quería, “ser periodista”. Aprendí muchísimo de todos mis compañeros; sabía que cada paso contaba y que estos debían ser sólidos para llegar donde quería llegar, sin traicionar a nadie, y por supuesto, sin traicionarme a mí misma. Esta enseñanza la aprendí de mis padres.

En GraZie Magazine fomentamos la importancia de ser nosotros mismos, ser auténticos. ¿Puede ser que esta autenticidad que se respira contigo sea parte de tu éxito?

—Yo creo que sí. Siempre he sido una persona muy tímida y sigo siéndolo. Para bien o para mal, siempre soy yo misma, me cuesta mucho hacer un papel que no sea yo.

Cuando hago televisión, la gente me comenta que conecta conmigo porque soy yo, soy auténtica, una persona normal que se equivoca como todas y que reconoce sus errores. Creo que es la forma más práctica de andar por la viva. Cuando uno es auténtico y se muestra como la persona que es, los demás lo sienten y te reciben con los brazos abiertos.

La importancia de los valores… ¿Cuáles crees tú que han sido el pilar para afrontar todo lo que te ha sucedido?, porque entendemos que todo no han sido premios.

—Así es, ha habido momentos de mi vida muy difíciles. Cuando llegué a EEUU, debido al trabajo de mi marido, me tocó estar mucho tiempo sola con los niños, el trabajo, estudiando y sin conocer demasiado bien el idioma, fue duro. Sin embargo, reconozco que siempre he elegido mirar hacia delante, pararme en los pequeños detalles, en esas cosas chiquititas que tenemos, mirar al mar, al cielo azul o el poder abrazar a tus seres queridos; siempre elijo ver lo bueno. Creo que no podemos elegir lo que nos pasa, pero sí cómo reaccionar, ante lo que nos pasa.

Hablamos de igualdad, mujer, hombre. Como mujer, madre, esposa, emprendedora y como ser humano que no ha parado de alcanzar metas, ¿te has encontrado muchas barreras difíciles de escalar? ¿qué les dirías a otras mujeres que quieren alcanzar sus sueños?

—En dos décadas han cambiado ya muchas cosas, pero sí es cierto que me he encontrado con muchísimas barreras cuando comencé mi carrera solo por el hecho de ser mujer. EEUU, al menos en esta profesión, era, y creo que sigue siendo, bastante machista. A mí me ha pasado de llegar a reuniones con los chicos que trabajaban para mí y formaban parte de mi equipo, y en la reunión dirigirse a ellos como si yo fuese la secretaria. Ahora las cosas han cambiado.

Creo que como mujeres debemos tener muy claro nuestra valía, aunque a veces nos cueste porque pensamos que no somos merecedoras de lo que obtenemos. Debemos trabajar por lo que queremos, por lo que sabemos que es justo, pero sin caer nunca en esos atajos que se pueden presentar y que lo único que hacen es hacerte ir para atrás.

Ahora, cuando doy charlas en institutos, y aunque soy consciente que cada uno decide cuál es su camino, yo siempre les digo “si para conseguir algo, haces algo que no te gusta, tienes que saber que vas a tener que seguir haciendo ese algo que no te gusta para conservar lo que has obtenido. Y si no estás dispuesta a vivir ese tipo de vida, ni siquiera lo pruebes. Demuestra lo que vales tú, confía en ti misma y aunque tardes más, lo que consigas será siempre tuyo”. Creo que es importante no tomar atajos, mantenerse firme y creer en uno mismo, si no, te pueden destrozar la vida.

La aportación de la prensa escrita y el resto de medios de comunicación es vital en la sociedad. ¿Consideras que estamos haciendo lo suficiente, o por el contrario podríamos hacer más?

Mas de 50 millones de personas hablan español en EEUU, y La Casa Blanca, en su web ofrece el mismo contenido en inglés y en español. Tú que has vivido durante 20 años de una ciudad a otra en los EEUU, ¿podrías contarnos cómo se nos ve allí?

— (Risas…).

Al poco de llegar a EEUU un americano me preguntó de dónde era. Al responder que de España, me dijo: “Ahh, de ese país tan pequeñito y tan exótico”.

Allí nos ven como un país pequeño de Europa, pero que no está a la altura de otros como Alemania, Francia, Suiza… Todavía no.

Creo que España tiene un poco de culpa, responsabilidad en todo esto, por no haberse sabido vender bien en el extranjero. Solo si pensamos en algunos de nuestros productos, como es el caso del aceite, ellos piensan que el aceite de oliva es italiano o griego, no se les ocurre pensar que sea español. Creo que debemos hacer mejor trabajo en España si queremos mejorar la imagen que tenemos en el exterior, al menos en EEUU. Debemos creernos más todo lo que tenemos como país y sacarlo al mundo. Creo que tenemos servicios competitivos y que somos competitivos, pero sin embargo, so sabemos vendernos.

De la gran filósofa malagueña María Zambrano, hemos rescatado esta frase… 

“Si se hubiera de definir la democracia podría hacerse diciendo que es la sociedad en la cual no solo es permitido, sino exigido, el ser persona”. María, ¿crees que el ser humano se está olvidando de ser personas?

—Creo que todo lo que es la revolución digital y las altas tecnologías están deshumanizando las relaciones humanas. Cuando todo se hace por mensajes en las diferentes plataformas, alguna gente se siente amparada por ese anonimato que les protege y pueden llegar a escribir y contar cosas que seguramente no harían si tuviesen a la persona al lado. Hasta un cierto punto nos estamos deshumanizando y estamos tolerando muchísimas conductas que no se atienen al civismo. Esto puede hacer que el ser humano se convierta en algo superficial, sin nada dentro.

Al margen de todo esto, creo que tenemos que volver a abrazar todos esos principios que estamos perdiendo y que son tan necesarios.

¿Crees que vivimos demasiado deprisa en la búsqueda constante sin pararnos a observar y valorar lo que sí tenemos?

—Sí. En Estados Unidos ese es el modus vivendi. Allí se vive siempre en una carrera constante por conseguir más, allí se vive mucho más deprisa y siempre se está compitiendo por alcanzar algo más. Si a los veintisiete años ya no estás casado y tienes un trabajo maravilloso, eres un fracasado. Siempre están luchando por algo mejor y cuando lo tienen todo, no saben por qué luchar. Ojalá en España no sigamos ese ejemplo.

Creo que deberíamos tomarnos un poco más de tiempo para observar lo que tenemos. Hemos conseguido grandes logros con la tecnología y con la ciencia, sin embargo, no hemos conseguido vivir para siempre. Nadie compra la salud ni los años, nadie vive para siempre. Por desgracia la gente se da cuenta de esto cuando es demasiado tarde.

María en junio sale a la venta tu primer libro, La democracia de cristal, ¿que vamos a encontrar en el?

—Es una pequeña recolección de eventos que fueron sumándose hasta culminar en la insurrección del 6 de enero. Una reflexión, basada en artículos y entrevistas, así como experiencias propias, sobre cómo diferentes circunstancias pueden poner cualquier democracia en peligro.

¿Cuál es tu máxima en la vida?

—Disfrutar de cada segundo, de cada momento; las cosas pequeñas, bonitas, son las más importantes. Tratar de ser feliz de esa manera y hacer feliz a otras. La vida es lo más importante que tenemos y hay que saber vivirla, sin desperdiciarla.

María siempre GraZie…

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ENTREVISTA: Custodia Ponce

Sobre la autoría

Custodia Ponce, Directora GraZie Magazine

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